¿No os encanta cuando , después de rellenar varios cartones de Babel porque no sabes dónde los metes , por fin te regalan una entrada?. (Los que no soléis ir a estos cines , seguramente no entendáis nada ).Hoy he hecho uso de la mía y me he ido a ver : "El erizO" , la primera película de de Mona Achache , basada en la nocela "La elegancia del Erizo".
Intenatré hablaros de ella sin desvelar nada. Díficil.
Es una historia encantadora , conmovedora y tierna . Una de esas historias sencillas que sin embargo consiguen llenar y llegar.El día a día de un edificio en París donde conviven 5 familias con un alto tren de vida.Y entre todos ellos , tres personajes clave : la niña , la portera y el nuevo vecino.
Con estructura de cuento de hadas , con ingrediente romántico pero sin empalagar , con la cruda realidad que a veces te hace reír y a veces te hace llorar y sobre todo , con la visión de una niña ( los niños siempre tienen una forma de mirar distinta) que a través de su cámara de video intenta retratar su concepto de la vida.
Una vida representada por un pez de colores : insignificante personaje que ejerce de metáfora en toda la película.
No obstante , no es cuento feliz , porque es la realidad , y como tal , no siempre tiene un final feliz.
El peso de la película lo equilibran dos personalidades muy diferentes : la de una niña ya desencantada de la vida y la de una portera resignada a vivirla en su único refugio :los libros.
Los dos personajes evolucionan gracias a una serie de sucesos y a la aparición de un nuevo vecino oriental que representa lo mágico , lo exótico , lo sorprendente que tiene la vida .Es entonces cuando ambas heroínas de este cuento consiguen entender , amar la vida y lanzarse a vivirla.
Os dejo con el trailer:
sábado, 16 de enero de 2010
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1 comentario:
Con un poco de retraso ( hoy es 5 de Junio y tu entrada es del 16 de Enero ) te corespondo con lo que veo...gracias a ti : Le premier jour du reste de ma vie.
A pesar de todos los libros que he leido en mi vida, de todas las películas que he visto y de todas las poesías que he grabado en mi corazón, NUNCA, repito, NUNCA y lo pongo en mayúsculas a pesar de las indicaciones de mi princesa Arwen, había visto una escena, sin palabras, con un solo personaje, tan profunda, tan reveladora, tan romántica y tan llena de significado y de verdad.
Me refiero al momento en que Marie consigue sentir el aliento de Robert, cuando la propia naturaleza niega esa posibilidad.
Consigue, cerrando los ojos del alma, abrir su cuerpo a la sensación y tenerlo de nuevo allí, con el calor del aire de su propio cuerpo, con ese aroma, quizás, al tabaco que siempre le acompañó y era compañero inseperable de sus besos y caricias.
Sí, me refiero a la almohadilla del taxi, al penúltimo regalo, al increíble medio que utiliza el guionista para jugar con el tiempo y darnos la guinda con una serena pero profunda melancolía que nos debe llevar a reflexionar sobre nuestra existencia.
Gracias, Deirdre
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