El viaje

Entre las calles de Teguise caminábamos sin rumbo fijo.Advertimnos muchedumbre entre las cabezas que asomaban ,a distintos ritmos , en los puestos de venta ambulante.Piedras , cerámicas , cristales , tejidos...
Pero ante todo aquello , se alzaba majestuoso a la vez que sencillo y discreto a cualquier forma arquitectónica , un campanario blanco.
En cuanto entramos en la plaza, mi mirada se clavó en aquella lámina de colores.

-¿Pintas en acrílico ?

Me respondió tranquilo , sereno.
A sus espaldas el campanario blanco.

-Utilizo acrílico y otros materiales . Me gusta mezclar ...¿Quiéres probar?

Me asombró su amabilidad y aunque no estaba segura de mí misma me enfrenté a aquella lámina en blanco.Le susurré al espacio en blanco:¿Qué te pinto? ¿Qué color? ¿Cómo empiezo?
Cogí un pincel grande y lo humedecí en grana apasionante.
Comencé desde el centro y poco a poco ,como si la misma lámina blanca creara el dibujo ,fueron despertando colores .
Su ánimo me entusiasmó y cuando quise darme cuenta , tenía frente a mí un grupo de niños admirando mi discreta obra de arte.

El pintor se acercó y me aconsejó que lo firmara

-Yo no le doy mucha importancia a la firma-le dije.

-Pues la firma es muy importante. Has de hacerla contundente , grande...

Me preguntó por mi nombre , cogió un viejo periódico y firmó con mi nombre.
Después me enseñó todas sus firmas. Crecían con el paso del tiempo.
Le miré a los ojos negros , me llevé mi lámina blanca.

El nombre del silencio

Ahora andaremos solos

Hasta enterrar nuestros abrazos

Y viviremos huérfanos de besos

Locos sin otras manos

Y ciegos sin esos ojos

Pero seguiremos escuchando

En el retraso del tiempo

Una brisa que trae versos

Un rumor , un aliento

Un susurro a media voz

Con tu nombre entre el viento